Este mes de agosto de 2020 se cumplen 100 años del nacimiento de Ray Bradbury, escritor estadounidense de ciencia ficción, y uno de mis autores de cabecera durante mi adolescencia.

Por este motivo quiero hacer una reflexión sobre su libro más conocido y el que particularmente es mi favorito de su extensa obra: Fahrenheit 451

Sé que con motivo de este centenario habrán muchos artículos y programas sobre él y su obra. Este solo pretende ser una visión muy personal de ese libro, porque en mi caso reviste cierto apego muy personal, que quiero contarles, y porque además de ser un lector empedernido, me ha tocado desempeñarme laboralmente en el área de la tecnología, de las TIC’s y de la comunicación social, que son los temas fundamentales del libro.

Personalmente pienso que habido grandes revoluciones en la Historia de la Humanidad, que nos traído hasta acá, que nos convirtieron en los humanos que somos hoy en día: el comienzo del habla, el dominio del fuego y las herramientas, el descubrimiento de la agricultura, la invención de la escritura, la invención de la Filosofía, la invención de la imprenta de tipos móviles, la revolución Industrial y la invención de la internet.

Podemos notar que TODAS estas grandes revoluciones están relacionada con un único elemento: el conocimiento. El habla permitió que los conocimientos adquiridos por los adultos pasaran por la vía oral a los jóvenes sin tener que redescubrirlos individualmente de nuevo. La agricultura trajo el sedentarismo, la civilización, la escritura permitió que el conocimiento se transmitiera de manera más fidedigna, no sujeta a la memoria de un individuo, la Filosofía comenzó a hacer interrogantes y análisis sobre la naturaleza misma del conocimiento, la imprenta permitió una muy amplia difusión del conocimiento al poner los libros al alcance del ciudadano común, la revolución industrial dio al ser humano común tiempo de ocio para leer, investigación, imaginación, creación; y por último, la aparición de la internet ha puesto la casi totalidad del conocimiento humano al alcance de todos mediante un simpe computador, tableta o teléfono inteligente. Podemos ver que no es que estamos hoy en la “sociedad del conocimiento”, es que la Humanidad SIEMPRE ha sido la sociedad del conocimiento.

Naturalmente, y lamentablemente habrá spoilers.

Bradbury se enfoca en una sociedad distópica, en la cual los libros con considerados elementos amenazantes para la paz social y la tranquilidad pública y personal, y el Estado, en consecuencia, asume el deber de prohibir su reproducción, circulación y venta, así como penalizar su “consumo”.

Para ello utiliza un cuerpo de élite denominado bomberos, que ya no se dedican a apagar fuegos porque los edificios modernos son a prueba de fuego, sino a perseguir a los traficantes y consumidores de libros, capturarlos, penalizarlos y quemar esos diabólicos objetos. El título del libro Fahrenheit 451 hace referencia a la temperatura a la cual arde el papel.

La televisión juega un importante rol en la novela, ya que es un elemento fundamental en la casa y en la vida de las persona. Es enorme, ocupa toda una pared, o varias paredes del salón principal, y es interactiva, recibiendo mensajes de los tele espectadores y respondiendo a sus inquietudes, aunque luego se desvela que hay respuestas genéricas a esa inquietudes. En fin, la televisión se convierte en el principal medio de información, entretenimiento y de relación social de los miembros de esa sociedad.

El libro toma a evolución ideológica y personal de un bombero, Montag, para mostrarnos esa sociedad distópica, es muy disciplinado y dedicado a su labor, se sorprende como algunos de los propietarios de libros prefieren morir quemados con sus libros antes que abandonarlos; le inquieta saber hay en esos libros que despierta amor y devoción por parte de los lectores, y termina tomando un libro y se lo lleva a su a casa.

Montag conoce una chica lectora y en lugar de detenerla la escucha, trata de comprenderla y a través de ella conoce el mundo de la lectura, comprende que los libros le dan algo que la televisión no da: la capacidad de detenerse a reflexionar; roba más libros y se convierte en un lector. También a través de ella conoce a los “Hombres Libro”, miembros de una sociedad en la que cada integrante memoriza un libro, para reproducirlo cuando la sociedad lo permita.

En el climax de la novela Montag, enfrentado a su capitán le pregunta: ¿Por qué se queman los libros? ¿Por qué el estado no deja leer a la gente? El capitán le responde porque la gente no quiere a los lectores, la sociedad; que tiene la televisión sirve un “soma” que entretiene sin profundidad, cuando la mayoría de la gente ya no lee, los lectores, que leen temas de filosofía, política, historia, son gente que reflexiona, que se hace preguntas y cuestiona la sociedad, se hace incómoda, no solo para el gobierno, sino para sus vecinos, familia, sociedad; pasan a ser considerados “gente problemática”, y la misma sociedad los va marginando, hasta que se autoriza al gobierno para perseguirlos.

Impacta saber que esta novela se escribió en 1955, cuando apenas nacía la televisión; hoy en día existen también los smartphones, las tablets, todos dispositivos para el entretenimiento. Es una reflexión importante sobre como los medios masivos pueden ser superficiales, destinados al simple entretenimiento, con contenidos triviales, en donde el usuario tiene poca capacidad de elección o reflexión, , mientras que literatura, con miles de años de existencia, ofrece títulos de toda índole, tanto superficiales como profundos, e donde le lector podrá escoger entre Homero o Corín Tellado, entre Nietzsche y Paulo Coelho. El libro nos permite leer y reflexionar al mismo tiempo, nos trae voces de personas que vivieron y pensaron hace siglos…